miércoles, 23 de marzo de 2011

Precisiones a la utilización del concepto Cash-Flow (FGO).

Con frecuencia se da una cierta confusión  entre el Cash-Flow y el beneficio, o la consideración de que el Cash-Flow es una medida mas significativa, por ser más objetiva, de la gestión económica de la empresa que la cifra de beneficios.

Es cierto que el beneficio es una magnitud relativa y fácilmente manipulable. Una empresa puede aumentar la cifra de beneficios simplemente aplicando unas menores dotaciones para amortizaciones. Y algunas empresas lo hacen. Esta es la causa del deterioro experimentado por el beneficio domo medida de rentabilidad y que se preste una mayor atención al Cash-Flow, donde al beneficio disponible se le agregan las amortizaciones.
Evidentemente  las amortizaciones son un la anotación contable que encierra un mayor grado de complejidad. Y esto es así, aunque no esté en el ánimo de la empresa manipularlas como un medio para mejorar los resultados. A pesar de ello, y a los efectos de calcular el resultado de la explotación, es imprescindible tenerlas en cuenta. El que  sea un gasto que no implica desembolso, no deja de ser un verdadero coste,  es decir, el registro de un consumo de recursos. El que la depreciación del activo fijo sea difícil  de periodificar, no es razón suficiente para excluirla.


Por lo tanto, el Cash-Flow no puede considerarse una medida más significativa que el beneficio cuando se trata de medir la renta generada por una empresa. Su utilidad fundamental está en el significado financiero que hemos presentado al principio, es decir, los FGO  representan la capacidad de autofinanciación de la empresa.

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